Un lugar de descanso propio
La luz, las texturas, los papeles pintados y la ropa de cama, todos ellos nuevos, todos ellos armonizados. Pero casi siempre es interesante conservar algún elemento del pasado. Es probable que sea necesario integrarlo con algún cambio, y en nuestro caso fue la cómoda a la que se aportó un nuevo valor, lacándola al tono de las mesillas que diseñamos. Los herrajes de sus cajones también se platearon y los marcos plateados que compramos sirvieron para que fuera la familia quien se reflejara a través de sus cristales. Ternura, respeto y vida en familia era lo que se respiraba en esta bonita casa rodeada de naturaleza.