Un piso para ella
Una imagen nos inspiró para diseñar este apartamento, queríamos aportar a la clienta una dosis de dulzura cada vez que ella entrara en su casa, devolverle mediante algo bello lo que ella a diario entrega en su profesión de enfermera, cuidado y ternura.
El cambio fue espectacular, antes la recibía una puerta que accedía a la cocina, y ahora, una flor pensada para ella le ayudaba a desconectar con un movimiento de llave al abrir su casa.
La reforma de esta casa fue integral, con ella trabajamos todo el conjunto de necesidades que deseaba cubrir. Hablábamos con ella de su profesión, de sus aficiones y de su manera de divertirse. Todo esto ayuda a acertar, permite mirar el lugar desde un punto de vista emocional, somos sentimiento y experiencia. Derribar lo que no sirve, volver a empezar. Comenzar con una idea clara, ajustada a otra realidad y representar de manera sencilla los hábitos cotidianos.
Utilizamos como signo de identidad un prefabricado de madera que trazaba dibujos en espiga, un color neutro, entre grises y verdes, algo no muy habitual, invita a tocar. Todas las puertas diferentes, cristal, blancas, laca color visón… otras se ocultan en el revestimiento de pared, como si no estuvieran para abrirlas y descubrir otro espacio.
Se estudió mediante un mismo concepto el suelo de todas las estancias incluida la cocina, un suelo blanco de madera, ella no tenía miedo. Para olvidarse del mundo su cuarto de baño, pequeñito, revestido de materiales inspirados en la piedra natural, la ducha a nivel de suelo, adoquinada, para pisar descalzo y sentir que es hora de descansar, de dejar caer el agua desde el rociador empotrado en el techo, cerrar los ojos y sonreír. Necesitábamos también contar con un lugar destinado a su ropa, le gusta la ropa, así se marcó el espacio imprescindible del vestidor, todo muy blanquito y luminoso, entrada a través de vidrios que se deslizan a ambos lados. Parecía que no hubiera espacio, pero sí, estaba ahí, esperando a ser delimitado. Un papel de Designers Guild nos ayudó a aportar intimidad, nos convencieron sus dibujos en relieve, como lacre, sin color… sutil… llenando sus paredes, aportando agradables sensaciones. Capítulo aparte merece la luz, estudiamos diferentes maneras de iluminar, direccionar, atraer, conducir, intimar… Apliques o pequeños leds aplicados a techo en fosas que se ocultan, todo cuidado y muy personal.
Esta vivienda contaba con una pequeña terraza. Para ayudar a que este espacio se incorporara y formara parte de su casa cambiamos la cerámica, aplicando un revestimiento antideslizante de color suave, de sensación agradable, subiéndolo por el antepecho donde se apoyaba la barandilla, haciéndola así más nuestra y para ocultar la caldera hicimos un armario utilizando la misma madera que cubría el techo, y hasta un zapatero, estilo nórdico. Después unos maceteros con textura textil se llenaron de flores para disfrutar del color durante los mediodías y las tardes de verano sobre una gran hamaca.