Me encanta esta fotografía que te hice en uno de esos días en los que disfrutamos juntas. Buscaba para nuestros proyectos aquella sensibilidad que atesoras, me hablaron de ti, y en aquel rato que estuvimos juntas con el resto del equipo, percibí tu talento, tus matices y profundidades desde donde podrías iluminar cualquier proyecto.
Darle el sentido necesario a los espacios que diseñamos requiere entenderlos, interpretarlos y tú, desde la profesionalidad que te define y con tu visión técnica lo haces posible. Es un regalo conocerte y trabajar contigo, siempre generosa, estimulante, abierta a cambios, positiva, y al día en todo lo que supone el mundo de la iluminación.
Te he escuchado hablar de la profesión con la pasión y la entrega de quien ama lo que hace. Día a día desde tu trabajo en Elektra , la comprensión de los volúmenes, de lo que aún está por realizar y la exigencia, hacen posibles retos que en ocasiones van de la mano, pero que en otras se presentan complejos, muchas veces inciertos, cuestionados o recortados, sin que por ello pienses en abandonar.
En Paseo de Francia los zócalos iluminados dieron volumen a aquel patio tan especial. La lámpara de vibia fue perfecta para iluminar la mesa, dejando atrás como fondo aquella preciosa fotografía de José Manuel Bielsa. Los carriles de Villa Kuttuna permitieron iluminar al detalle la estantería y la chimenea, el pasamanos iluminado le dio la profundidad necesaria a su escalera. Y en Orekan, donde el presupuesto se repartía entre tantos capítulos, las luminarias que nos propusiste son la luz y la calma que necesitamos en la práctica. Me vienen a la memoria esos momentos, cuando estamos juntas en clase de Pilates, y detenidas en el reformer, desde la concentración nos miramos y nos lo decimos todo, aquello que las dos sabemos.
No siempre es fácil, madrugones, prisas, presión, reuniones…, nuestra valiosa vida, intensa y divertida, los tesoros que cuidamos, el amor que cultivamos, para dárnoslo, para después poder compartirlo. Amig@s, nuestros amores, hijos, padres, nuestro precioso tiempo.
Me gusta cómo eres, y quiero estar siempre cerca para reírme lo más grande. Descifraremos juntas las prioridades de nuevos espacios, y tu magia prenderá la luz para sentirlos.