Hace ya muchos años en una vivienda unifamiliar identificamos un lugar para hacer de esta conocida pieza de culto un elemento más del salón.
Hablamos de la chaise longue LC4 creada en 1928 por los diseñadores Le Corbusier, Pierre Jeanneret, y Charlotte Perriand.
La adaptamos sin reparo en un ambiente más ecléctico que racional. Y como pasa con todos los buenos diseños, su definición e identidad supo hacer de este lugar un escenario apropiado, como si fueran piezas pensadas para ser por si mismas un todo, viviendo ajenas a lo que les rodea.
Chaise longue (1928). Charlotte Perriand, le Corbusier, Edouard Jeanneret.
Siempre me divirtió la sensación de agacharme y tumbarme en él. Es tan ergonómico, como si en ese estado, tumbada, te identificaras con lo que ellos pensaron, y en la experiencia comprendieras lo que en su tiempo pudo significar romper con las rígidas estructuras que hasta entonces vestían despachos y salones. Para cambiar y hacer sentir al hombre y a la mujer protagonistas de su descanso, invitando al juego y a la relajación, para hablar a partir de entonces con más libertad de modernidad y diseño.
··· Por Loidi Etxarri Interiorismo ···