Esta vez quiero proponeros una reflexión…
Ángela Molina se ha convertido en la imagen de una reconocida firma de moda de este país. Hasta ahí, genial, a mí me ha parecido todo un fichaje para la firma, y un ejercicio de inteligencia emocional por parte de la empresa que debería de generalizarse.
Ángela Molina me ha encantado siempre. El primer rasgo que me llamó la atención fue su manera de comunicar, esa forma tan personal e íntima de contar las cosas. El ritmo de sus diálogos era pausado, y se detenía en el pensamiento antes de expresarlo mediante palabras. Hábito que en más de una ocasión deberíamos de practicar, para no exigir, exigirnos, tanta inmediatez en todo.
Y ya como actriz la conocéis, con una larguísima lista de películas y obras de teatro a lo largo de toda su carrera, en la que ha quedado patente su increíble personalidad, la inteligencia, la pasión, la belleza, la observación, el amor y respeto por la familia, y una palabra que para mí lo envuelve todo, la libertad. En el recuerdo me queda esa mirada, esa forma de estar y mostrarse en calma, espectacularmente hermosa y natural.
Es por todas estas razones por las que no alcanzo a comprender ciertos titulares de prensa, de revistas, y de comentarios en programas, poniendo el énfasis solo en su apariencia y edad.
¿No os preguntáis cuándo vamos a enfatizar en el verdadero valor de las personas?
¿Cuándo vamos a profundizar justamente en lo que significa una experiencia de vida, y no sólo valorar la apariencia?
Para mostrar lo que vemos en Ángela hace falta ser ella, haber vivido su vida, haberla experimentado, y sobre todo haber amado mucho. Casi siempre la clave está en el amor, en la pasión, en la entrega, primero hacia uno mismo y después hacia las personas que elegimos y la familia que formamos.
Otro recuerdo, esta vez de Joseba. Éramos muy jóvenes y paseando por San Sebastián, Ángela le preguntó la hora. Joseba se quedó maravillado con ella, ya la conocíamos, tenerla cerca y escuchar su voz le cautivó.
Eran casi los 90, y ella ya era lo que hoy proyecta.
…Por Loidi Etxarri Interiorismo…