Estamos habituados en nuestra vida, a integrar de manera natural abundante información acerca de aspectos importantes de nuestra alimentación que no son precisamente naturales ni saludables. Y aunque no lo parezca, practicar Salud se convierte en un gesto que no resulta sencillo, ya que el concepto de lo que esta palabra significa no nos resulta fácil ni de entender ni de personalizar.
La fruta, la verdura, los zumos, nos ayudan a ser más tranquilos, consumiendo una menor energía en los procesos digestivos, y reservándola para mantenerla con nosotros más tiempo, para poder destinarla a cubrir mejor nuestro día a día.
La juventud, o una gran parte de ella, apuesta por esta forma de alimentarse también, y sin rechazar otros hábitos trasmitidos, quiere hacer también de estas prácticas su identidad. Favorecer y facilitar la aparición de espacios sencillos y limpios, en los que el mensaje llegue amable y cuidado, podrá ser también un signo de nuestra identidad.
En las jornadas laborales que se parten y se alargan excesivamente, la práctica de la Salud no se nos hace fácil. Hay que tenerla presente, hay que integrarla con constancia para que termine siendo parte de nosotros, no un concepto ideal pero difícilmente alcanzable. Una consecución de horas intensivas o continuas, necesita que de la misma forma que preparamos tareas, citas, y objetivos, hayamos dedicado un tiempo suficiente a preparar lo que será necesario para que nuestro organismo pueda rendir adecuadamente. Y a lo largo de esas horas, encontrar espacios donde hacernos con pequeños platos para consumir o para llevar; con contenidos ricos y variados, que serán suficiente para seguir recorriendo el mapa de nuestro programa diario.
Hace ya tiempo que salgo con mi otro saco, en él llevo agua, y un sándwich con ingredientes que varío a diario. Podría necesitar en ocasiones un zumo, no dulce, pero cuando camino por la ciudad no es precisamente eso lo que tengo al alcance. Menús, pintxos, cafeterías, que están muy bien en ciertas ocasiones, pero que no son para mí en esos momentos una opción, y sin querer menospreciarlos quisiera también encontrar otros que se identifiquen con estos otros hábitos, para cargarme con lo que mi organismo me pide.
Aplaudo iniciativas de este tipo, casi siempre de personas jóvenes y sin demasiados recursos económicos. Una ciudad abierta que facilita opciones variadas enseña y practica Salud, y quisiera que estuvieran más presentes en las calles que recorremos.
Hace tiempo que comprendí que ciertos hábitos de mi vida no eran saludables, pero para ello, para eliminarlos, tuve que trabajar otros para hacerme con esos cambios. El camino, si está señalado, es más fácil de recorrer, facilitemos y creemos lugares diferentes.
··· Por Loidi Etxarri Interiorismo ···